Una berlinesa, berlina o bola de fraile es una preparación en forma esférica de masa dulce frita en grasa o aceite y rellena de mermelada o algún tipo de crema. Es un dulce tradicional de la repostería Alemana, donde recibe el nombre de Berliner Pfannkuchen (pastel a la sartén), aunque en la actualidad se encuentra presente en otros muchos países como consecuencia de la emigración germana.
Una leyenda muy popular sobre la creación del Berliner Pfannkuchen, que data del año 1756, menciona que a un pastelero berlinés que quería servir a Federico el grande (Rey de Prusia y Elector de Brandeburgo) como artillero, ciertos problemas de salud le dieron como «no apto». No obstante, el rey Federico le convirtió en panadero de campaña del regimiento, permitiéndole de esta forma permanecer en el. Él para agradecer esta cortesía inventó los berliner con forma de bola de cañón en honor al emperador. Como en los campamentos de guerra no poseía hornos al aire libre, en lugar de cocerlos los freía en sartenes llenas de manteca, de ahí el nombre de Pfannkuchen.Estos bollitos de masa dulce leudada, fritos y rellenos de mermelada de fresa, típicos de la gastronomía alemana, me han dejado sin palabras… ¡Exquisitos, sublimes!
Es sorprendente y gratificante realizar bollería de masa fermentada en casa. Sentir y formar la masa, modelar las piezas, verlas crecer, cocinarlas… ¡El resultado es fantástico!
No sería justo decir que elaborar bollería en casa es fácil, pues existen unos requerimientos técnicos que hay que seguir escrupulosamente. También se necesita cierta práctica y habilidad para conseguir unos resultados profesionales.
El secreto principalmente reside en el amasado. Se trata de masas flexibles, blandas y de tacto suave, que requieren amasado largo y complejo y unos tiempos de reposo de toda la masa en bloque imprescindibles para que ésta adquiera consistencia. Los reposos en la nevera facilitan la manipulación de la masa debido principalmente a que se enfría la mantequilla que contiene y eso la hace menos pegadiza y más elástica.
Otro aspecto de las masas que resulta importante llegar a dominar es la hidratación. Esta depende en gran medida del grado de dureza que se requiere que tenga la masa pero también de la cantidad de proteínas insolubles (la fuerza) que tenga la harina con la que se trabaja, ya que son estas proteínas las principales encargadas de absorber el agua del amasado.
Tanto si te estás iniciando en el mundo de las masas leudadas como si ya eres un experto en la materia, te recomiendo realizar esta receta. Lo importante es ponerse en marcha y obtener unas piezas con buen sabor, que crezcan y queden esponjosas y tiernas. Con ésta receta estoy segura que lograras unos excelentes resultados.
Ingredientes:
- 500 G Harina de fuerza
- 80 G Azúcar
- 10 G Sal
- 40 G Levadura fresca de panadería
- 2 Huevos M
- 150 Ml Agua
- 50 G Mantequilla
- Aceite vegetal suave para freír
- Mermelada de fresa
- Chocolate blanco
Elaboración:
Amasar aproximadamente 30 minutos todos los ingredientes excepto la mantequilla y la levadura, a mano o a máquina (en este caso utilizar el accesorio gancho de la batidora de mesa). Hasta obtener una masa lisa y elástica, que no se pegue en las manos.
Cortar la mantequilla en dados pequeños e integrarla en la masa. Este paso es el más delicado y complicado del proceso de amasado, sobre todo si se realiza manualmente. En este caso, requiere periodos de amasado intercalados con periodos de reposo de la masa, con el objetivo de que esta se relaje y destense.
Cuando la masa esté casi lista y la mantequilla se haya integrado y absorbido, añadir la levadura fresca disuelta en una cucharada de agua.
Seguir amasando hasta que la levadura se disuelva por completo y se obtenga de nuevo una masa fina y elástica. Se sabrá que que el amasado ha finalizado cuando la masa se despegue perfectamente de las paredes del recipiente del robot de cocina o, si el amasado es manual, no se pegue ni en las manos ni en la mesa de trabajo. Si no es así, significa que aún le falta tiempo de amasado.
Formar una bola con la masa y dejarla reposar, en un bol untado con aceite vegetal y tapado con un trozo de film transparente, durante una hora dentro del refrigerador.Pasado el tiempo, volcar la masa sobre la mesa de trabajo, dividirla en porciones de 60gr cada una y formar bolas con ellas.
Disponer una hoja de papel de horno sobre la mesa de trabajo y cortarla en cuadrados de 10x10cm. Colocar los cuadrados sobre una superficie amplia y que no se vaya a usar durante un mínimo de tres o cuatro horas.
Colocar las piezas sobre los trozos de papel cortados anteriormente (una bola de masa por cada pedazo de papel, con esta acción se evitará que se peguen unas a otras, se trasladarán a la sartén con mayor facilidad y no se deformarán).
Dejar que las berlinas fermenten, hasta doblar su volumen inicial (entre dos o cuatro horas).
Tras el periodo de fermentación, calentar el aceite en una sartén muy honda o cacerola, hasta el punto de fritura (160-180 C)
Introducir los bollos con precaución dentro del aceite y freír por ambas superficies cada una de las berlinas, hasta que estén doradas.
Sacarlas y dejarlas enfriar sobre una rejilla cubierta con papel absorbente, para desechar la mayor cantidad de aceite posible.
Llenar una manga de pastelero con la mermelada de fresa y una vez frías las berlinas, rellenarlas realizando una incisión en el lateral.
Derretir el chocolate blanco en un recipiente apto para el microondas durante unos segundos o al fuego en un cazo al baño maría durante unos minutos.
Verter el chocolate en forma de hilo sobre las berlinesas. Esperar a que solidifique y servir.
Como os decía al principio de ésta página… ¡Un bocado exquisito!
Un comentario en “BERLINAS RELLENAS DE FRESA”