Si todavía no has probado este tipo de bizcocho, es muy recomendable que lo hagas cuanto antes. Se prepara muy rápido y el resultado es delicioso.
El pastel de ángel es un tipo de bizcocho originario de Norteamérica que se popularizó a finales del siglo XIX. Su nombre se debe a su ligereza y esponjosidad que es considerada «comida de ángeles»
El angel food cake está compuesto por claras de huevo montadas con azúcar a las que se le añade una pequeña dosis de cremor tartaro (polvo blanco, sin sabor específico y cuyo nombre químico es bitartrato potásico, una sal ácida que fue aislada por vez primera en el año 1769 de la mano del químico sueco Carl Wilhelm Scheele y que se encuentra de forma natural en muchas plantas. En este caso se emplea para aportar mayor estabilidad a las claras de huevo y además, evitar que estas oscurezcan), todo ello se mezcla cuidadosamente con una pequeña cantidad de harina, normalmente hecha de trigo tierno. En ocasiones para aportar más sabor se enriquece la masa con fruta fresca o seca y aromas naturales como la vainilla o la ralladura de limón.
Para hornearlo es necesario un molde especial que tiene forma de corona, es un molde alto y redondo con un tubo saliendo del centro que deja un agujero en esa parte del dulce. También puede usarse un molde bundt, pero los laterales ondulados pueden complicar el desmoldado ya que no se debe engrasar el molde para que la masa suba «trepando» por las paredes del mismo. Tras la cocción, se da la vuelta al molde y se deja enfriar el dulce sobre las tres patitas de las que está provisto y así se evita que éste quede chafado. El molde también cuenta con un fondo removible que facilita el desmoldado del bollo. Su precio es asequible y se puede adquirir en cualquier tienda especializada o a través de internet.
El bizcocho de ángel es tremendamente esponjoso debido al uso de clara de huevo, su componente principal.
La clara de huevo además de esponjosidad aporta muchas propiedades beneficiosas para la salud; es una excelente fuente de proteínas, presenta un bajo contenido de hidratos y grasas y está libre de colesterol. 100 gramos de clara de huevo aportan tan solo 49 calorías por lo que se trata de un alimento óptimo para las dietas de control de peso.
También es una de las grandes aliadas de las dietas para ganar masa muscular. Dentro y fuera de los gimnasios es conocida por la cantidad y calidad de las proteínas que aporta.
Seguro que alguna vez te has preguntado por qué la clara de huevo es casi la panacea para los deportistas, o qué beneficios reporta su ingesta. Además de proveer los aminoácidos necesarios para mantener la salud del organismo, la clara de huevo presenta otras propiedades nutricionales interesantes. A continuación, se resumen las más destacadas:
La clara de huevo contiene vitaminas del grupo B, principalmente niacina y ácido fólico, así como potasio, selenio, sodio y zinc. En menor medida también aporta fósforo, magnesio, hierro y calcio, entre otras sales minerales.
Compuesta por un 88% de agua, la clara de huevo destaca por tener un valor energético muy bajo y estar libre de colesterol. Unos 100 gramos de clara (3 o 4 unidades), ofrecen alrededor de 16 gramos de proteína de alto valor biológico, menos de 1 gramo de hidratos de carbono y 0% gramos de materia grasa.
Por su contenido proteico, mineral y vitamínico, escaso aporte de hidratos y prácticamente nada de grasas ni colesterol constituye, como decíamos, un alimento idóneo para la práctica deportiva. Pero no solo contribuye al desarrollo muscular y a la mineralización de los huesos, sino que resulta un buen comodín para las personas que deben llevar un control de peso.
Ofrecen proteínas completas y ayudan a mantener una sensación de saciedad prolongada, además de ser un ingrediente muy versátil. Se puede usar únicamente la claras de huevo (prescindiendo de la yema) en la elaboración de revueltos, tortillas, pasteles y un sinfín de preparaciones. Hay multitud de formas de tomar claras e incluirlas en la dieta tanto en postres como en platos principales, con el fin de beneficiarse de todas sus propiedades salutíferas.
Ingredientes:
- 12 Claras de huevo
- 125 G Harina de trigo
- 125 G Azúcar blanco
- 1/4 cdta de sal
- 1 cdta Cremor tártaro
- Ralladura de limón
- 200 G Arándanos frescos
Elaboración:
Precalentar el horno a 180 C calor arriba y abajo.
Tamizar la harina dos o tres veces y reservar.
Batir las claras de huevo con varillas (preferiblemente eléctricas) a velocidad baja, junto con la sal y el cremor tártaro.
Cuando las claras comiencen a espumar aumentar la velocidad y seguir batiendo hasta que se formen picos blandos.
Sin dejar de batir agregar poco a poco el azúcar y añadir la ralladura de limón. Continuar batiendo hasta que se logre un merengue brillante que al levantar la varilla se mantenga firme.
Incorporar la harina en tres veces, tamizando de nuevo antes de incorporarla en el merengue e integrarla con la ayuda de una espátula de silicona, realizando movimientos suaves y envolventes.
Por último, agregar los arándanos y mezclar.
Verter la masa en el molde especial para angel food cake (sin engrasar) y alisar la superficie.
Cuando el horno haya alcanzado la temperatura adecuada, hornear la preparación entre 40 y 50 minutos, o hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo éste salga limpio.
Retirar el molde del horno y colocarlo boca abajo (apoyado sobre sus tres patas) sobre una superficie fresca y lisa, hasta que enfríe por completo.
Una vez frío, desmoldar el bizcocho pasando una espátula en punta alrededor del molde, incluyendo el contorno de la chimenea central.Al tratarse de un bizcocho tan ligero, se puede acompañar el angel food cake con un poco de nata y fruta fresca, helado, salsa de chocolate o azúcar glas, aunque por sí solo está exquisito. ¿Os animáis a prepararlo?
Un comentario en “ANGEL FOOD CAKE CON ARÁNDANOS”