PIZZA BARBACOA

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Hoy almorzamos ¡Pizza! ¿Alguien conoce alguna persona a la que no le guste la pizza?

La pizza tiene una historia muy peculiar e interesante, pues ejemplifica las transformaciones que un alimento pasa a través del tiempo. Seguro que piensas que su origen es italiano pero debo decirte que aunque ahí se inventó en el siglo XIX como la conocemos hoy en día, tiene predecesores aún más antiguos.

Una versión primitiva de este plato son los «plakuntos» de origen griego, que eran unos panes planos con aceite de oliva y especias. Poco a poco, se les incorporaron otros ingredientes como quesos de cabra y oveja que eran un alimento de nómadas, ideal para comer y transportarse sin sacrificar el sabor.

Posteriormente, en la época de los romanos se comenzó a hornear junto a todos los ingredientes. Los vestigios arqueológicos de hornos hechos con ladrillo y madera indican que fueron perfeccionando sus técnicas para la preparación de la comida.

Incluso hay referencias más antiguas que las dos anteriores, pues en Egipto (de donde se heredó el método de fermentación para la elaboración de pan), en el año 2500 a. de C. se consumían unos panes planos y redondos, cocinados en cenizas o lozas calientes, que también se conocen como «flatbreads».

Varios siglos después y entre guerras, conquistas, migraciones y descubrimientos, llega el tomate (el tomate llega a Italia en bajeles españoles en el año 1554), un regalo de México al mundo, logró que este manjar fuera lo que hoy en día conocemos.

En el año 1835 un famoso escritor (Alejandro Dumas) apuntó que la pizza era la única comida de la gente humilde en Nápoles durante el invierno y que su receta incluía aceite de oliva, queso, tomate, pescados de la región, carnes frías, o solo con ajo y hierbas, si se tenía poco dinero.

En 1889, Raffaele Esposito era el dueño de la pizzería napolitana Brandi, que era un local muy célebre entre sus habitantes y los fuereños. Él fue quien marcó la historia de la pizza como la conocemos hoy en día.

Para terminar con la breve redacción de la historia de la pizza, os dejo un relato curioso. Es un ejemplo clave del proceso de legitimación de los platos populares por parte de otros estratos sociales para su difusión y dispersión. Ya que la pizza es parte de la democracia culinaria de Italia.

[Un día la reina Margarita de Savoya estaba aburrida de la comida de palacio, así que decidió ir al puerto, pues se enteró de la fama de lo que Raffaele preparaba en su restaurante. El cocinero, quiso homenajear a la noble y le dedicó una receta: la pizza Margarita, con mozzarella de leche de búfala, albahaca y salsa de tomate. Ella quedó encantada y llevó la tradición de la pizza a las clases altas…]


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La pizza es un alimento muy completo, si la elaboramos en casa podemos elegir los ingredientes que más  nos convienen y que más nos gustan. Lamentablemente es un alimento bastante calórico, por lo que hay que moderar su consumo.

La pizza es un alimento rico en carbohidratos (25,8 gramos/100 gramos), grasa (11,5 gramos/100 gramos) y proteína (8,8 gramos/100 gramos). Unos 100 gramos de pizza aportan aproximadamente unas 234 calorías y, por tanto, una ración pequeña puede ser apta incluso para dietas de adelgazamiento. Si deseas controlar el peso y el colesterol puedes acudir a las pizzas vegetales, con queso descremado, aceite de oliva o mozzarella light. En la actualidad se pueden conseguir estos ingredientes, en casi todas las grandes superficies de alimentación.

Los valores nutricionales de la pizza varían según los ingredientes que utilicemos, pero siempre son más recomendables aquellas pizzas realizadas de forma casera que las industriales, que tienen un alto contenido de grasa. En este último caso es muy difícil saber qué tipo de grasas se emplearon, incluso a veces se utilizan grasas de origen animal que son malas para nuestro sistema cardiovascular.

Aunque también se puede comprar las bases ya preparadas, congeladas o de panadería, es todo un regalo para el paladar preparar la masa de pizza en casa con harina, levadura, agua y sal.

Es muy sencillo. Además, se pueden preparar varias pizzas de una vez  y conservar congeladas por un periodo no superior a 3 meses.


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Ingredientes:

  • 1 Disco de masa para pizza
  • 3 Cda Passata di pomodoro o tomate frito concentrado (casero o comprado, según preferencia)
  • 1 Bola de mozzarella o 4-5 Cda de mozzarella rallada (según gustos)
  • 3 Cda Salsa barbacoa
  • 5-6 Lonchas de bacon
  • 2 Cda Queso fundente
  • 1/4 Cebolla
  • 1 Cda Orégano
  • Sal y pimienta

Elaboración:

Preparar la masa de pizza según se indica en la receta del blog (para visualizarla pinchar sobre la palabra «masa para pizza» que encontrareis en el listado de ingredientes).

Si decidimos elaborar la passata di pomodoro o concentrado de tomate en casa, seguir las instrucciones que se indican en la receta (para acceder al enlace, ticar sobre la palabra «passata di pomodoro» en la lista de ingredientes).

Precalentar el horno a 250C calor arriba y abajo. Colocar la bandeja de horno a media altura. (si tenemos piedra de hornear, colocarla a media altura sobre la rejilla y sustituir la bandeja de horno).

Disponer una hoja de papel de hornear sobre la mesa de trabajo y colocar sobre ella el disco de masa.

Cubrir con una fina capa de tomate concentrado y añadir la mozzarella.

Poner salsa barbacoa al gusto y encima, colocar las lonchas de bacon .

Esparcir una pequeña cantidad queso fundente sobre toda la superficie del disco.

Incorporar la cebolla y espolvorear con el orégano seco. Salpimentar.

Cuando el horno haya alcanzado la temperatura adecuada, hornear la pizza 15-20 minutos.

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