Como su nombre indica, la ensaladilla rusa es un plato típico de este país. La receta de esta rica ensalada tiene su origen en el año 1860. Año en el que el chef francés, Lucien Olivier, empezó a prepararla para los clientes del Hermitage, uno de los restaurantes de moda de la época.En poco tiempo, la “Ensalada Olivier”, se convirtió en uno de los platos más solicitados del restaurante y en consecuencia, en su seña de identidad.
Todos los intentos de los competidores de imitar la popular ensalada fueron en vano, ya que el chef francés consiguió mantener la receta en secreto hasta el fin de sus días. Un día, Lucien Olivier observó como uno de sus clientes mezclaba todos los ingredientes y se sintió ofendido al ver que un plato tan elaborado se convertía en un revoltijo deforme en pocos segundos. Por ello, al día siguiente y como réplica a la ignorancia culinaria de sus comensales, sirvió él mismo el plato con todos los ingredientes mezclados, sin imaginar el éxito que llegaría a tener.La receta original se ha perdido, pero sí se sabe que el plato consistía, más o menos, en faisán troceado mezclado con gelatina de caldo de faisán y trufas, acompañado de patatas, pepino, huevo duro, cangrejos de río y caviar, todo ello aliñado con la salsa especial del chef.
Actualmente, en Rusia, la receta de la “Ensalada Olivier” no se elabora como se ha comentado en los párrafos anteriores. Este cambio se produjo después de la Revolución Rusa, hacia el año 1924, cuando el chef Iván Mijailovich Ivanov, empezó a incluir en el menú de su restaurante la famosa “Ensalada Olivier”, pero adaptada a las circunstancias de la época. Muchos de los ingredientes utilizados por Lucien Olivier en su ensalada eran bastante caros de conseguir, por ello, Ivanov decidió hacer una versión mucho más económica, y varió parte de los ingredientes.
Poco después, esta adaptación de la “Ensalada Olivier” llegó a Ucrania, y fue allí donde le añadieron, zanahorias, guisantes y pepinillos. Esta variante de la receta original es la que ha ido viajando de país en país hasta convertirse en uno de los platos más populares del mundo. Y la clave de su éxito es muy sencilla, pues además de ser una auténtica delicia para el paladar, se trata de un plato muy fácil de hacer, los ingredientes son asequibles para cualquier bolsillo y se puede preparar de un día para otro.
La ensaladilla rusa es un plato completo con un gran valor nutricional donde se combinan sustancias necesarias y fundamentales para el organismo, tales como; las vitaminas y la fibra de la verdura, las proteínas de los huevos o los almidones de las patatas. Pero hay algo que debemos tener en cuenta, el éxito de nuestra ensaladilla dependerá de la calidad de la mayonesa y del uso de productos frescos.
La patata destaca por su alto contenido en potasio que ayuda a prevenir dolencias musculares. También son ricas en vitamina B6, beneficiosa para el sistema nervioso, necesaria para la renovación celular y buena para mantener un estado de ánimo equilibrado.
Ingredientes:
- 2 Patatas pequeñas
- 4 Zanahorias Medianas
- 1/2 Taza de guisantes frescos
- 1/2 Taza de judías verdes frescas
- 6 Pepinillos en vinagre de pequeño tamaño
- 1/2 Pimiento rojo asado
- 10 Aceitunas
- 2 Lomos de Atún en conserva (aceite de oliva virgen extra)
- 1 Huevo
- 2-3 Cds Mayonesa
Elaboración:
Elaborar la mayonesa según se indica en la receta que encontrareis en este blog (para visualizar la receta, pinchar encima de la palabra «Mayonesa» que hay en la lista de ingredientes).
En otro cazo, poner las judías verdes (peladas y troceadas) y los guisantes al fuego. Cocer diez o quince minutos, hasta que la verdura esté al dente; blanda pero crujiente. Escurrir muy bien y dejar enfriar.
Cocer el huevo en agua fría, cuando el agua alcance el punto de ebullición, dejar hervir durante ocho minutos. Enfriar el huevo bajo el agua del grifo y pelarlo.
Escurrir el pimiento asado, los pepinillos en vinagre, las aceitunas y el atún en conserva.
Con un cuchillo afilado pelar y después picar con forma de dado, la patata y la zanahoria. Depositar las verduras dentro de un cuenco amplio.
Añadir los guisantes y las judías verdes.
Partir en pequeños trozos el pimiento, los pepinillos, el huevo duro y las aceitunas. Desmenuzar el atún e incorporarlo todo dentro del cuenco.
Aderezar la preparación con sal y agregar la mayonesa. Mezclar con un cucharón, realizando movimientos suaves para no triturar los ingredientes blandos.
Trasladar la preparación a una bandeja o ensaladera de presentación y decorar al gusto.
Conservar la ensaladilla refrigerada. Para degustar, sacarla de la nevera 15-20 ante de servir.