Hoy os presento la receta familiar que siempre se ha utilizado en casa para preparar el gazpacho, sin duda uno de los platos estrella del verano. Es facilísimo de elaborar y para ello sólo se emplean productos sanos y muy frescos.
En casa tomamos el gazpacho muy a menudo, desde los comienzos de la temporada de recolección del tomate y el resto de las verduras que lo componen, hasta su finalización. Incluso en el patio trasero de nuestra vivienda tenemos sembrada una pequeña huerta con una docena de tomateras, media de pimientos y algunas hortalizas más, que escasamente nos proveen de estas nutritivas y deliciosas verduras.
En estas fechas, recuerdo con mucha frecuencia y nostalgia los hermosos y lozanos huertos que con tanto esmero, año tras año cultivaba mi padre en la finca, enormes y frondosas matas con magníficos frutos. Yo disfrutaba recolectando gigantescos cestos de espléndidas y variadas verduras ¡Como no echarlo de menos! […].
El gazpacho es una sopa fría compuesta de ingredientes naturales como el aceite de oliva, el vinagre y hortalizas crudas: generalmente tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajos.
Suele servirse fresco en los meses calurosos de verano y su color varía desde el anaranjado pálido al rojo, según se empleen tomates más o menos maduros (que aportan un colorante natural denominado licopeno). El tomate pera muy maduro es el más adecuado para realizar esta receta, debido a su acentuado sabor, su escasa acidez y la cantidad de líquido que posee.
El origen del actual gazpacho es incierto, aunque tradicionalmente se le ha considerado un plato del interior de Andalucía, donde el aceite de oliva y los productos de la huerta son abundantes, y los veranos muy secos y calurosos. Por esta razón se le conoce comúnmente como gazpacho andaluz. A pesar de ello, el origen del gazpacho como plato «desmigado» es anterior al uso de hortalizas en su elaboración y data de la época del Al-Ándalus.
El gazpacho primigenio (mezcla de pan desmigado, aceite de oliva y vinagre) estuvo alimentando a campesinos ibéricos del sur durante siglos. Esta evolución ha ido dejando a lo largo del tiempo variedades de gazpacho por el sur de España y Portugal, siendo de todas ellas el más popular e internacionalizado el denominado gazpacho andaluz.
En la antigüedad el gazpacho era considerado un hiperónimo con el que se designa cualquier tipo de sopa o majado (machacado) elaborado con pan, aceite, vinagre, sal y otros ingredientes.
Ingredientes (4 personas):
- 1/2 Kg Tomates muy maduros (variedad tomate pera)
- 30 G Pimiento verde tipo Italiano
- 125 G Pepino
- 50 G Cebolla
- 1 Diente de ajo pequeño
- 50 Ml Agua mineral
- 20 Ml Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre de vino blanco (1 o 2 Cda)
- 1 Cdta rasa de sal
- Comino en polvo (opcional)
Elaboración:
Lavar, partir los tomates a la mitad y retirarles las semillas (esta acción es muy importante para no incrementar la acidez y el sabor acre e incluso áspero al gazpacho).
Trocear los tomates y echarlos preferiblemente en el recipiente de una batidora de pie. Si no se dispone de éste artilugio, se puede utilizar una la batidora de brazo o procesador de alimentos.
Pelar, lavar y partir la cebolla en trozos medianos.
Retirar las semillas y las nervaduras blancas al pimiento. Limpiarlo bajo el chorro del grifo y trocearlo.
Enjuagar y pelar el pepino, partirlo a la mitad longitudinalmente y retirar todas las semillas con ayuda de una cuchara pequeña (las semillas del pepino suelen proporcionarle al gazpacho un sabor fuerte. Además, muchos expertos las consideran causantes de gases estomacales que recordarán al gazpacho durante toda la jornada).
Pelar y picar el diente de ajo.
Añadir todas las verduras aviadas (cebolla, pimiento, pepino y ajo) dentro del recipiente que contiene el tomate.
Incorporar la sal y opcionalmente agregar una pizca de comino molido.
Verter sobre las hortalizas el agua, el aceite de oliva virgen extra y el vinagre. Triturar el compuesto entre dos y cuatro minutos (el tiempo dependerá de la potencia y las características del aparato empleado).Si se considera necesario, para eliminar las pieles del tomate pasar el gazpacho obtenido por un colador de malla fina o chino (en casa se omite este paso, ya que no nos desagrada el tacto ligeramente tosco que proporcionan los pellejos del tomate. Además, poseen multitud de nutrientes y vitaminas que son una pena desaprovechar).
Servir el gazpacho acompañado de una guarnición compuesta por las mismas verduras que lo componen y si se desea, incluir picatostes de pan ligeramente dorados en el horno.