Apuesto que has probado estas galletas alguna vez, incluso puede que formasen parte de tu merienda favorita en la infancia; yo recuerdo que en el fondo de armario de casa siempre se encontraba un paquete, y es que degustar una galleta rellena de chocolate siempre ha sido y será un bocado suculento y muy apetecible. En la entrada de hoy vamos a preparar una versión casera y artesana de la receta original de las comerciales galletas príncipe de Beukelaer. Se trata de unas doradas, deliciosas y crujientes galletas rellenas con crema de chocolate.
La fuente de la información recopilada en el próximo articulo es propiedad de la página Web Oficial de Príncipe, en ella nos cuenta cómo se creó la galleta original, una legendaria historia de lo más real;
Cuenta la leyenda que alrededor de 1890, un maestro artesano llamado Edouard de Beukelaer andaba entre sus hornos preparando exquisiteces para el Príncipe de Bélgica, pues este tenía entre sus diferentes caprichos a la hora de merendar, las galletas y muy especialmente el chocolate. El pequeño heredero siempre iba manchando sus ropajes y los muebles de palacio, por ese motivo el Rey no paraba de reñir a su hijo cada día por su falta de cuidado. Pero allí, frente a sus hornos, al artesano le vino a la cabeza una idea que no solo revolucionaria las meriendas de su amado y goloso Príncipe, sino la de los niños de todas las generaciones hasta nuestros días. Juntar las dos pasiones del heredero en una sola; la auténtica evolución del pan con chocolate.
No obstante, no fue hasta 1947 cuando el icónico personaje protagonista de estas galletas fue diseñado. ¡Y tuvieron que pasar 27 años para que la marca llegase a España, hacia el año 1974! Aquí no tardó en convertirse en la galleta rellena de crema de chocolate preferida de millones de familias.
Seis años después, en 1980, la marca pasó a formar parte del grupo LU®, que poco a poco fué lanzando al mercado variedades del producto original, como las pequeñas galletas con forma de estrella que esconden en su interior crema de leche o las Galletas Príncipe de doble chocolate.
Con el paso de los años la marca no solo ha seguido ampliando su catálogo de productos; también ha ido modernizando su imagen y mejorando la receta de sus deliciosas galletas reduciendo considerablemente la cantidad de grasas saturadas.
Hasta aquí el pequeño resumen histórico de las famosísimas galletas principe de Beukelaer.
Dejando de lado la designación metonímica de la marca comercial en cuestión, decir que; diez mil años es el tiempo que llevamos consumiendo galletas. Su invención fue fruto de la necesidad: nuestros antepasados nómadas descubrieron que si aplicaban calor a una pasta de cereales esta se endurecía lo suficiente como para transportarla con facilidad.
Desde sus orígenes, su fabricación se ha sofisticado y las rústicas galletas de antaño han dejado paso a nuevas fórmulas y sabores. Ahora bien, hay algo que no ha cambiado: la fama de ser un alimento que engorda. Las galletas aportan nutrientes diferentes según la variedad a la que pertenezcan. Por eso, es un error generalizar y defenestrar a todas por igual. Se trata de un alimento que constituye una fuente energética para el organismo, y como tal beneficia el desarrollo físico y el crecimiento debido a su rica composición en hidratos de carbono (harina y azúcar, básicamente) y grasas. En su mayoría, con independencia del tipo de galleta por la que nos decantemos, todas tienen entre sus ingredientes harina, que se obtiene del cereal molido. Este es un detalle fundamental para conocer la idoneidad del consumo de galletas, su frecuencia y también, para desterrar mitos infundados. La clave está en la elección de los ingredientes; han de ser de buena calidad y se deben evitar las grasas trans y los compuestos químicos que no aportan ningún tipo de nutriente al organismo. Su consumo ha de ser en proporciones adecuadas, adaptadas a las necesidades de cada individuo y teniendo en cuenta el desgaste físico en cada caso.
Las galletas (mejor en versión casera) son una opción con la que empezar bien el día porque como se ha mencionado, su aporte en hidratos de carbono las convierte en una fuente de energía y fuerza. Eso sí, habrá que elegir las más equilibradas y no vale tomar un par de galletas: para completar el aporte energético deben acompañarse de un lácteo y una pieza de fruta.
También se pueden incluir de forma moderada en la merienda, ya que ésta es importante y tiene que suponer el 10% del aporte energético diario. Asegurar las cinco ingestas de alimento al día es un hábito garante de una dieta equilibrada. Este detalle recobra especial importancia entre los más pequeños. La merienda supone una recarga de energía imprescindible para afrontar la tarde.
Como has podido leer, no es preciso desterrar las galletas de la alimentación. Lo recomendable es controlar su ingesta e incluirlas de forma moderada dentro de una dieta sana y equilibrada.
Ingredientes (24 unidades):
Galleta;
- 100 G Mantequilla
- 75 G Azúcar glas
- 1 Huevo pequeño
- 200 G Harina de trigo
- Sal
- 1 Yema de huevo
Relleno;
- 150 G Chocolate negro
- 75 Ml Nata líquida para montar
Elaboración:
- Masa de galleta;
Treinta minutos antes de comenzar con la preparación de la receta, sacar los productos refrigerados de la nevera.
En un cuenco o bol amplio, poner la mantequilla (blanda) y el azúcar. Batir la mezcla con un batidor de varillas, preferiblemente eléctricas.
Agregar el huevo y la sal. Continuar batiendo hasta integrar por completo.
Incorporar la harina y mezclar hasta obtener una masa lisa y ligeramente pegajosa.
Formar una bola con la masa, aplastarla y envolverla en film transparente.
Refrigerar la masa de galleta por un mínimo de dos horas.
Precalentar el horno a 190C calor arriba y abajo.
Colocar un tapete de hornear o papel siliconado sobre una bandeja de horno.
Enharinar la mesa de trabajo y disponer sobre ella la masa. Estirar con un rodillo hasta conseguir un grosor de 3 milímetros.
Cortar porciones de masa con un cortapastas y trasladar las piezas con cuidado a la bandeja de horno.
Para decorar las galletas; realizar hoyitos sobre su superficie, con un punzón o la parte plana de un palo para brochetas.
Después, batir la yema de huevo con unas gotas de agua y añadir una pizca de sal.
Pintar con moderación la superficie superior de las galletas con la yema batida.
Hornear las galletas entre 8 y 10 minutos. Cuando adquieran un ligero tono tostado, sacarlas de inmediato (al sacarlas se puede comprobar como la masa aún es blanda y podría parecer que todavía estén crudas. No hay que preocuparse, endurecerán a medida que se vayan enfriando).
Dejarlas unos minutos sobre la bandeja y cuando sea posible despegarlas sin riesgo de romperlas, pasarlas a una rejilla para que enfríen por completo.
- Relleno:
Trocear el chocolate y colocarlo dentro de un cuenco amplio.
En un cazo a fuego medio calentar la nata hasta que alcance el punto de ebullición.
Después verter la nata sobre el chocolate troceado. Dejar reposar un minuto y mezclar hasta formar una crema espesa y homogénea.
Cuando la crema de chocolate esté templada, verter la preparación dentro de una manga de pastelero (si no se dispone de la manga pastelera, se puede usar una cucharilla para rellenar las galletas).
Formar parejas con las bases de galleta y poner una cantidad generosa de crema de chocolate en el centro de una de las bases que formarán el bocadillo, a continuación cubrir con la otra base de galleta (la pareja), dejando en ambos casos la parte que luce hacia fuera.
Realizar la misma operación con el resto de componentes, hasta terminar.
Cuando se tengan formadas todas las galletas dejar que la crema de chocolate solidifique por completo, y… Voila! llegó el momento de servir y disfrutar.
Muy buena pinta, las hice i quedaron geniales gracias por la receta queda guardada.
Un saludo
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Gracias a ti por hacerlas! Me alegra mucho saber que te gustaron!
Un saludo.
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