Mmmm Kinder Bueno. Parece difícil, pero se prepara muy rápido. Se necesita un molde específico para darle forma, pero los ingredientes son muy sencillos. Reconozco que la primera prueba no salió como la segunda, mi impaciencia no dejó que el chocolate solidificase por completo y al desmoldarlo resultó ser un churro… Jajaja! Pero como muchas otras cosas en la vida, a veces no sale a la primera!
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Ingredientes:
Para seis barritas
- 125 G Chocolate con leche
- 25 G Chocolate negro
Obleas de barquillo (Se necesita máquina. Si no se tiene, las obleas se pueden comprar ya elaboradas en cualquier super).
- 1 Huevo pequeño
- 50 G Azúcar
- 30 G Harina
- 1 Cda Mantequilla
- 1 cdta Extracto de Vainilla
- Una pizca de sal
Crema de leche y avellana (Se puede comprar ya preparada, la venden en muchos mercados).
- 75 G Avellana sin piel y tostadas
- 50 G Azúcar invertido
- 25 G Glucosa
- 50 ml Leche
- 200 G Chocolate blanco
Preparación:
- Barquillos (Salen tres unidades)
Batimos el huevo junto con el azúcar y la sal, hasta que la mezcla quede bien integrada y el azúcar se haya disuelto por completo.
Añadimos la vainilla, la harina tamizada (para evitar grumos) y la mantequilla, mezclamos bien. Hasta que la masa quede lisa.
Ponemos a calentar la máquina y cuando esté lista, vertemos una pequeña cantidad en el centro, no os paseis o se desbordara… bajamos la tapa y cocemos unos segundos, se hacen super rápido.
Nada más sacarlas hay que cortarlas a medida del molde que tengamos, rectangulares, cuadradas… pero siempre en caliente. Endurecen rapidísimo y si eso ocurre, no habrá forma de cortarlas a nuestro gusto.
- Crema de leche y avellana (Sale mucha cantidad, podéis reducir ingredientes y preparar la mitad).
Trituramos las avellanas con ayuda de un robot hasta obtener una pasta finita.
Ponemos en un cuenco el chocolate blanco. En un cazo calentamos la leche y la llevamos a punto de ebullición. Cuando esté lista la vertemos en el cuenco del chocolate, esperamos un par de minutos para que el chocolate se empiece a derretir y removemos hasta que se disuelva completamente. Añadimos la glucosa y agregamos el azúcar invertido hasta obtener una mezcla homogénea.
Juntamos la la pasta de avellana con la crema de chocolate blanco y batimos en una batidora potente o robot de cocina , hasta que quede una pasta blanquecina, untable y sin grumos.
Preparamos una manga pastelera para el relleno de los chocolates y en ella ponemos la crema de leche y avellana.
- Montaje de las chocolatinas
Fundimos al baño maría el chocolate con leche (también puede ser en el microondas pero a mi me gusta más la primera opción, se controla mucho mejor y se puede tomar la temperatura mientras éste se derrite) y lo temperamos un poquito. Para que el chocolate quede brillante hay que seguir unos pasos imprescindibles. Ya os explicare en la próxima entrada al blog porque cada tipo de chocolate tiene su temperatura idónea. Aquí os cuento la que usamos hoy.
Para Temperar el chocolate con leche:
- Calentamos el chocolate a una alta temperatura, 40-45 C
- Bajamos la temperatura del chocolate a 27-28 C
- Calentamos de nuevo el chocolate hasta alcanzar la temperatura de 29-30 C
Cuando lo tengamos listo y a la temperatura ideal, lo vertemos en el molde. Lo esparcimos bien y le damos unos golpecitos en la mesa de trabajo para sacar las posibles burbujas de aire que se hayan podido formar. Encima de la mesa le damos la vuelta al molde para retirar el exceso de chocolate y tener espacio para poner el relleno.
Dejamos enfriar por completo, se puede acelerar este paso llevando los moldes al refrigerador pero siempre es mejor que lo haga a temperatura ambiente (En la cocina y sobre todo la repostería, ¡Las prisas no son buenas! Ya os lo decía al comienzo de esta entrada… Jejeje.
Rellenamos las cavidades de nuestro molde con la crema de leche y avellana.
Colocamos encima una oblea, ya cortada a la medida del molde.
Sellamos las chocolatinas con una capa de chocolate que antes de usar habremos tratado como os indicaba en los pasos anteriores. Retiramos el exceso de chocolate con una espátula lisa y lo dejamos enfriar por completo. Es muy importante que esté completamente frío antes de sacarlo del molde.
Para terminar y darle ese toque Kinder bueno, fundimos el chocolate negro y pintamos a cada pedacito dos rayitas. Lo dejamos enfriar hasta que el chocolate este sólido y listo para degustar.