Hoy traigo una receta que os encantará. Se trata de unas riquísimas rosquillas de hojaldre (también denominadas rosquillas cristaleiro), bañadas en almíbar y posteriormente rebozadas en azúcar y canela. Son un dulce típico de Galicia que no falta en las ferias de dicha provincia.
Su elaboración es sencilla y el resultado es un dulce exquisito que os animo a probar.
La masa que se utiliza para la elaboración de las rosquillas es el hojaldre (puede ser casero o industrial, a elección del consumidor, pero indudablemente el delicado y delicioso sabor que proporciona el hojaldre elaborado de forma artesanal no se consigue con el fabricado de forma industrial), del que se ponen varias capas una encima de otra, se sellan con mantequilla para unirlas y se aplanan ligeramente con un rodillo. De esas capas se cortan discos a los que se les realiza el típico agujero que las caracteriza. Después, se hornean.
Mientras la masa se cuece dentro del horno, se prepara un almíbar flojo con azúcar, agua y miel. Cuando se sacan las rosquillas del horno, se bañan en el almíbar y se rebozan en una mezcla de azúcar y canela.El hojaldre con el que se preparan las rosquillas cristaleiro es la masa laminada clásica de la repostería mundial. Se elabora con harina, agua, una pizca de sal y mantequilla, unos ingredientes simples para una elaboración compleja, ya que el hojaldre es una de las masas más complicadas de hacer. Por ello, después de invertir tiempo y dedicación en la cocina, puede resultar muy frustrante que la masa se aplaste durante el horneado o no desarrolle el volumen de forma uniforme, estropeando sin remedio el resultado final.
Para que esto no ocurra, en los próximos párrafos dejo algunos consejos y trucos para obtener unos hojaldres perfectos y crujientes;
Es usual que las personas compren el hojaldre congelado o refrigerado para ahorrar tiempo en la cocina y simplificar su elaboración. Pero incluso así, en el momento de prepararlo, también se le debe tratar con mimo. El mejor resultado se consigue con un trozo grueso de masa, que hay que estirar hasta darle el grosor deseado.
Es preciso espolvorear con harina la superficie de trabajo (si es posible, una encimera de granito, lisa) y la propia masa para que el rodillo se deslice por ella de manera uniforme y sin pegarse. Una vez que se alcanza el grosor óptimo (lo idóneo es un centímetro), se corta la masa, dándole la forma deseada (según la receta que se vaya a preparar) y se colocan estas porciones sobre una bandeja de horno.
Aunque es raro que los hojaldres se peguen, se puede colocar un papel de horno entre la masa y la bandeja, para asegurar que no ocurre. Se debe precalentar el horno a 200 C y, algo muy importante, no se introducen los pastelitos hasta que se haya alcanzado la temperatura programada.
Para lograr un aspecto tostado y un bonito color brillante, se pinta la superficie de las porciones con huevo batido o leche. Y ahora sí que se mete la bandeja en el horno caliente y se deja que los hojaldres se cocinen durante 20 o 25 minutos, hasta que aumenten su volumen y la superficie quede dorada.
Cuando se saquen del horno, se colocan en otra bandeja (o sobre una rejilla) y se espera a que se enfríen, antes de rellenarlos, bañarlos o decorarlos.
Ingredientes (6 grandes o 12 pequeñas):
- 2 Planchas Masa de hojaldre (15 x 15 x 0,5 Cm)
- 1 Cda Mantequilla
- 80 G Agua
- 80 G Azúcar
- 80 G Miel
- Azúcar granulado y canela
Elaboración:
Comenzar preparando el hojaldre como se indica en la receta que hay en este blog. Para acceder de forma rápida a la receta, pinchar sobre la palabra «Masa de hojaldre» que encontrarás en el listado de ingredientes. Si no se dispone de tiempo (ya que elaborar la masa de hojaldre de forma casera lo requiere) también puede ser comprada.
Una vez elaborada la masa de hojaldre, conservarla dentro de la nevera hasta el momento de su utilización.
Precalentar el horno 200 C calor arriba y abajo (si el horno está equipado con aire, activar dicha función).
Para elaborar el almíbar; verter el agua, el azúcar y la miel dentro de un cazo y calentarlo a fuego medio-alto hasta que comience a hervir. Después bajar un poco los grados del fuego y cuando el azúcar se deshaga y la mezcla espese ligeramente, retirar el cazo de la fuente de calor y dejar templar.
Por otro lado, derretir en el microondas una cucharada de mantequilla.
Sacar una lámina de masa de hojaldre de la nevera y extenderla sobre la mesa de trabajo espolvoreada con una pequeña cantidad de harina.
Pintar con una brocha de cocina toda la superficie del hojaldre con mantequilla. Sacar la otra lámina de hojaldre de la nevera y colocarla sobre la que se ha pincelado con la mantequilla. Después, para sellar correctamente las dos láminas de hojaldre pasar un rodillo sobre la masa, sin ejercer fuerza ni presión.
Con ayuda de cortadores para galletas o roscos (en su defecto con el filo de un vaso y el tapón de una botella) dar la típica forma redondeada que caracteriza a las rosquillas.
Cubrir con papel de hornear una bandeja de horno y colocar sobre él las piezas de hojaldre.
Cuando el horno haya alcanzado la temperatura adecuada, meter las rosquillas dentro de él y hornear entre 20-25 minutos (depende del tipo de horno, si tiene función de aire, etc). Cuando las piezas se vean doradas y aparentemente secas, sacarlas del horno y colocarlas sobre una rejilla para que enfríen y no se forme humedad en la base.
Mezclar dentro de un bol azúcar con canela (al gusto).
Cuando las rosquillas estén completamente frías, bañarlas primero por el almíbar (si está demasiado frío, darle un golpe de calor) y dejarlas escurrir cinco minutos sobre una rejilla. Después, rebozarlas por la mezcla de azúcar y canela.
Cuando las rosquillas estén completamente frías conservarlas en cajas de lata (si en la sala hace demasiado calor es aconsejable refrigerarlas, para que almíbar y el azúcar no sufran alteraciones y continúen adheridos a las rosquillas).
Mmmmm…..tiene un pinta estupenda! Un besito preciosa!
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Están buenísimas!
Un fuerte abrazo guapetona!
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