BOCADITOS DE COCO O COCADAS

coquitos 6.JPGEn el día de hoy, cosmopolitancuisine abre sus puertas para dejar escapar el agradable aroma que desprenden estos mini coquitos. Se trata de un bocado exquisito, con una textura suave, delicada y un ligero toque crujiente aportado por el chocolate, que no puede ser más acertado para esta receta. En casa, este dulce nos ha enamorado por su sencillez y dulzura. Es perfecto para darse un capricho a media tarde, tras un sueño ligero; o para deleitarse con su fragante sabor a cualquier hora del día. Su bonita presencia y su pequeño tamaño, lo convierten en el detalle ideal para llevar a cualquier fiesta o evento social, o simplemente para regalar como un dulce gesto de agradecimiento.

Los bocaditos de coco, son un dulce típico de España. Tradicionalmente se suelen preparar para presentarlos en celebraciones festivas de algunas regiones, pero también es habitual encontrarlos durante todo el año en prestigiosas pastelerías de Madrid, Barcelona y del norte peninsular. Por ejemplo, son muy famosas las cocadas de Villa de Almazán, situada en la provincia de Soria, las cuales os animo a probar si pasáis por allí. Además de ser unos dulces tradicionales en muchas comarcas de la península ibérica, también lo son en muchos otros países de habla hispana y portuguesa, entre los mas destacados se encuentran: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Perú o República Dominicana.

Su elaboración es diferente según la zona en la que se confeccionen. Pero en cualquier caso, se trata de una preparación simple y con una reducida lista de ingredientes. Siendo el coco, la fruta protagonista e imprescindible en esta receta.

Igualmente, dependiendo del lugar donde se fabriquen, éste suculento bocado se denomina de distinta manera, en algunos sitios son llamadas Sultanas de coco, en otros Cocadas, Bolitas de coco, Besitos de coco o Coquitos…

Su exterior es sólido y crujiente. En cambio, su interior ofrece una textura tierna y fibrosa; debido en mayor medida a su ingrediente más destacado: la ralladura de coco.

Si cómo ocurre en muchas otras ocasiones, estás interesado y te suscita curiosidad el origen, la extracción, su uso culinario y otro tipo de peculiaridades referentes al cocoantes de detallar la receta de los «Coquitos», puedes echar un vistazo al texto que te ofrecemos a continuación. En él se han plasmado un conjunto de ideas contrastadas con varias fuentes de información, que te pueden resultar muy útiles y enriquecedoras en cuanto a sabiduría se refiere.

El coco es una fruta exótica y refrescante extraída del cocotero, la palmera más cultivada a nivel mundial, y su fruto se encuentra disponible durante todo el año.

El lugar de origen del coco es incierto, ya que existen diferentes opiniones al respecto; muchos consideran que proviene de Asia del Sur, otros dicen que es del noroeste de Sudamérica. Asimismo, registros fósiles hallados en Nueva Zelanda indican que plantas similares más pequeñas, crecieron allí hace más de 15 millones de años. También, existen fósiles antiquísimos descubiertos en varios puntos de la India.

¿Sabias que…

el coco es capaz de salir indemne de largos viajes a la deriva por el mar, chocando con las rocas e incluso, puede sobrevivir tal cual a un incendio que lo deje todo calcinado?

El coco inmaduro es de color verde, tiene un diámetro de hasta 30 cm y un peso de aproximadamente 2,5 Kg. Está recubierto por una cáscara gruesa, con una capa externa e impermeable parecida al cuero. Debajo posee un hueso central y otra envoltura fibrosa, que al secarse adquiere un aspecto peludo; en cuyo interior se encuentra la semilla, formada por una pulpa blanca, que es la parte comestible.

El coco es un alimento que principalmente ha sido redescubierto por la nueva cocina ecológica y vegana, gracias a sus múltiples virtudes y a su versatilidad gastronómica.

El principal producto exportado desde las distintas zonas de cultivo es la copra sin procesar (carne de coco partida en pedazos y desecada; de ella se extrae el aceite de coco y otros derivados). En ciertos países europeos, su mejor recurso se encuentra en la pulpa de coco fresco; el protagonista indiscutible de ferias o verbenas, y de común uso en múltiples preparaciones de cocina y repostería artesanal e industrial. El mercado más interesante tanto en Asia como en Europa y Norteamérica, es el agua y la leche de coco (envasada); de gran aceptación y con mayor demanda cada año.

¿Sabias que…

el nombre del «Coco» proviene de la era de los descubrimientos (período histórico que dio comienzo a inicios del siglo XV y se extendió hasta principios del siglo XVII)? Pues a los exploradores portugueses que lo trajeron a Europa, su superficie marrón y peluda con sus tres agujeros, les recordaba a una cara; como la del fantasma de las historias sobre el Coco, que se les cuenta en España y Portugal a los niños pequeños para asustarles.

El coco es considerado un fruto de alto rendimiento, ya que de él se extraen multitud de productos beneficiosos para la salud. Se puede beber el agua que posee en su interior o se puede comer su pulpa fresca, y mediante una serie de procesos mecánicos sencillos, se pueden obtener el aceite, la manteca, la leche y la harina coco. Además, de las flores de la palmera se consigue el azúcar de coco y un interesante sirope dulce con un ligero sabor a coco.coquitos 1.JPGLas propiedades de ésta fruta son múltiples. Entre otros, contiene un elevado número de vitaminas y minerales: potasio, calcio, fósforo, magnesio, hierro y vitaminas E, C y del grupo B, en menor proporción.

¿Sabías que…

las vitaminas y los minerales a pesar de que no aportan energía, forman parte de los nutrientes esenciales? Se denominan micronutrientes porque los necesitamos en pequeñas cantidades (miligramos o microgramos), pero son indispensables para el buen funcionamiento del organismo, porque intervienen en numerosas reacciones metabólicas; ayudan a la reparación de tejidos, al crecimiento y a la defensa de las enfermedades.

La composición nutritiva del coco varía a medida que éste madura. La pulpa contiene una baja cantidad de agua y al tratarse de una fruta, destaca por ser muy calórica. Alrededor de 100 gr de carne de coco crudo aportan aproximadamente 350 calorías, que proceden básicamente de sus 33 gr de grasas, de las cuales el 89% son saturadas. Es pobre en hidratos de carbono (6 gr por 100 gr) y en proteínas (4 gr en 100 gr), aunque ofrece grandes porcentajes en fibra (9 gr cada 100 gr), que contribuye a regular la motilidad intestinal, entre muchas otras funciones.

Tabla de composición nutricional (por 100 g de porción comestible)

Kcal (n)
Agua (mL)
Proteína (g)
Grasa (g)
Hidratos de carbono (g)
Fibra (g)
Potasio (mg)
Magnesio (mg)
Vit. C (mg)
Folato (mcg)
Vit. E (mg)
354,0
47,0
3,3
33,5
6,2
9,0
356,0
32,0
2,0
26,4
0,7

Su agua es una excelente bebida isotónica natural, que se obtiene especialmente de los cocos verdes cosechados con cinco o seis meses. Es muy ligera y aporta minerales y vitaminas. También azúcares y grasas en dosis insignificantes.

La harina de coco contiene mucha fibra y cero gluten. Siendo más escasa en hidratos de carbono (16%) que las harinas de cereales (70%), pero en su lugar aporta mucha fibra (un 40% del peso, por un 12% de la harina integral de trigo) y el doble de proteínas (26% frente al 13% de la harina de grano completo). La harina de coco es más grasa que la de cereales, pero si se usa en las proporciones adecuadas, no tiene por qué interferir negativamente en ningún tipo de dieta; especialmente en dietas de adelgazamiento.

¿Sabías que…

las personas con intolerancia al gluten tienen un valioso aliado en la harina de coco? Además, ésta harina es perfecta para elaborar repostería y panadería.

La leche de coco es grasa y espesa. Según su disolución, contiene entre un 15% y un 22% de grasa. El porcentaje es bastante inferior al que ofrece la leche de vaca entera, que se encuentra entre el 30% y el 35%, pero si se está a régimen, no es recomendable ingerir más de 60 ml diarios y debe consumirse siempre de calidad ecológica.

Las virtudes del coco son muy beneficiosas para el organismo y a menudo es considerado un superalimento.

La manteca de coco contiene manganeso y cobre (oligoelementos que estimulan el sistema inmunitario, regulan el azúcar en sangre, la reproducción, digestión, crecimiento oseo, coagulación sanguínea, etc). Igualmente, estudios sugieren que posee acción antimicrobiana, antiviral y antimicótica, por vía tanto interna como externa.

El coco maduro se compone en un 35% de aceite de coco, el único formado en más del 50% por ácidos grasos de cadena media, fácilmente digeribles. Se asimilan sin ayuda de la bilis, son solubles en agua y penetran sin problemas en el torrente sanguíneo y en el hígado, donde se transforman en energía y, en segundo lugar, en reserva de grasa, por lo que contribuyen menos a la obesidad que otras grasas.

Los efectos beneficiosos del aceite de coco, sólo se pueden atribuir al obtenido por presión en frío de cocos recién cosechados (preferentemente ecológicos), sin refinar, decolorar ni desodorizar, y envasado en vidrio, listo para ser utilizado.

Otro producto totalmente diferente, es el aceite de copra; que se extrae de la pulpa desecada al hervirla o mezclarla con disolventes. Este aceite se utiliza para fabricar jabones, o se hidrogena para emplearlo en la industria alimentaría como ingrediente en bollería, repostería, helados y platos preparados de baja calidad.

El coco no contribuye a un aumento de colesterol en sangre, por lo que su consumo no plantea ningún inconveniente para la salud, es más, enriquece nuestra alimentación con sustancias nutritivas. Es indiscutible que el 89 % de las grasas que contiene el coco son saturadas, del tipo que se asocia al colesterol elevado, pero su riqueza en ácido láurico produce que no sólo no eleve el colesterol malo (LDL), sino que lo reduce y aumenta el bueno (HDL), según un estudio publicado en The Philippine Journal of Cardiology.

Más allá de las investigaciones bioquímicas, están las pruebas históricas. El coco ha formado parte de la alimentación básica de los pueblos del Océano Pacífico que apenas conocieron el colesterol elevado, la obesidad, la diabetes o los infartos cardíacos o cerebrales, hasta que modificaron su dieta tradicional.

En hostelería el coco es un ingrediente versátil y valioso, que aporta gran sabor y aroma a diferentes platillos de cocina y repostería.

Para saber si un coco está en buen estado, basta con agitarlo. Si no se escucha el típico chapoteo de agua en su interior, es porque el coco está seco, demasiado maduro. En dichas condiciones la pulpa suele estar rancia.

A la hora de abrir el coco, conviene previamente retirar el agua que contiene en su interior. Para ello, se le puede practicar uno o dos orificios en los ‘ojos’ germinativos; con un cuchillo afilado, un clavo y martillo o un sacacorchos. La pulpa (parte comestible) se puede extraer, rompiendo el coco con un mazo o serrando con una herramienta apropiada. Después, se debe separar la cáscara de la pulpa, eliminar la piel marrón que la recubre (resulta indigesta), y lavar la pulpa con agua corriente. Así, se eliminarán los restos de cáscara y demás impurezas. Para conservarla, se debe colocar en un recipiente con agua y guardarla en la nevera, para evitar que se reseque y altere. Cambiando el agua a diario. De esa manera, se mantendrá en buenas condiciones hasta tres o cuatro días.

En países tropicales como Tailandia y cada día con más frecuencia en países occidentales, el aceite de coco se emplea para cocinar y hornear, porque resiste de forma adecuada a las altas temperaturas.

Al adquirir el agua de coco en tiendas de alimentación y lista para consumir, hay que tomar ciertas precauciones. No todas las aguas de coco que se comercializan son igual de puras y saludables. De hecho, el agua pura de coco, a la que se le pueden atribuir beneficios para la salud, es aquella recién sacada del fruto o envasada adecuadamente, sin añadidos. A muchos productos que se comercializan como tal, se les suele incorporar ácido ascórbico (vitamina C) como conservante, e incluso edulcorantes y otros aditivos. Tampoco es agua de coco auténtica, la que procede de concentrados.COQUITOS 3.3.JPGComo ya se ha comentado en párrafos anteriores, el coco es un fruto muy aprovechable en cuanto a alimentación se refiere, y con múltiples usos para cada uno de sus derivados.

El aceite de coco prensado en frío (sin refinar), es apto para frituras por su estabilidad. A diferencia de otros aceites, cuando el aceite de coco virgen humea no significa que se este quemando. En realidad, el aceite de coco tiene un punto de humo bajo en comparación con su punto de oxidación por temperatura, que es altísimo,como pasa con todas las grasas saturadas. También se puede usar para asar, para untar en moldes y, en general, de cualquier forma que se usan otros tipos de aceite. En frío o a temperatura ambiente, suele presentar una textura sólida, hasta que se calienta y se transforma en un líquido denso y pringoso.

La copra de coco (aceite de coco refinado y normalmente hidrogenado) se utiliza en la elaboración de productos de bollería industrial y margarinas; por su agradable sabor, bajo coste y buen resultado.

La harina de coco además de usarse en cocina y repostería, se puede mezclar con muesli, yogur o batido. Aporta un delicado aroma de coco, más una dosis extra de fibra, ácidos grasos valiosos y proteínas.

La manteca de coco es un excelente sustituto de la mantequilla, sobre todo cuando acompaña a ingredientes dulces. También puede enriquecer smoothies y cereales, o aportar sabor a multitud de recetas. No debe utilizarse en frituras, porque la fibra se quema con mucha facilidad.

La leche de coco es refrescante y nutritiva, se obtiene exprimiendo la pulpa del coco una vez triturada. Se puede elaborar agregando agua o leche de vaca. Se toma como refresco o se añade a batidos de frutas, proporciona un toque exótico a salsas, repostería y sopas u otros platos. Asimismo, la leche de coco constituye un ingrediente básico en la cocina exótica y en los curries asiáticos. Además, suaviza el sabor de las guindillas que frecuentemente se usan en éste tipo de preparaciones.

La pulpa madura del coco se puede consumir cruda, entera, rallada o bien asada, formando parte de diversas preparaciones culinarias.

La pulpa gelatinosa del coco se obtiene de los cocos aún verdes. Se come con una cuchara, una vez abierto el coco. Contiene los mismo nutrientes que el coco maduro pero en menor concentración.

El agua de coco es el líquido que se encuentra en su interior, más abundante cuanto más verde está el coco. Ideal para calmar la sed y tomar tras realizar ejercicio o algún tipo de esfuerzo físico.

Después de leer esta página, no cabe ninguna duda de que nos encontramos ante una fruta muy especial. Repleta de bondades y con grandes posibilidades culinarias. A continuación, le mostramos la receta de los «Bocaditos de coco» o «Cocadas», que se componen básicamente por ésta magnifica fruta: Ralladura de pulpa de coco, leche condesada, huevo y opcionalmente chocolate negro.

Texto inspirado y desarrollado a través de las consultas realizadas a las siguientes fuentes de información: Saboreando,Wikipedia, Cuerpomente, Eroski Consumer y Nanotec.

coquitos 4.JPG

Ingredientes:

  • 300 Gr Leche condensada
  • 300 Gr Coco rallado
  • 1 Huevo grande
  • Chocolate negro al 45%, 70%, 80% o 100% de cacao (opcional)

Preparación:

Si la preparación se va ha realizar con un procesador de alimentos o algún otro tipo de robot de cocina, colocar en el interior del correspondiente recipiente, la leche condensada, el huevo y el coco rallado. Si se elaborará de forma manual, verter en un cuenco amplio, el coco rallado, el huevo y la leche condensada. Siguiendo el orden de ingredientes que se indican para cada modalidad.

Procesar a intensidad media o mezclar enérgicamente, hasta obtener una masa homogénea. El resultado será un compuesto pegajoso y de difícil manejo.

Depositar la pasta resultante dentro de un tupper y cubrirla con su respectiva tapadera. En su defecto, emplear un recipiente estanco y taparlo con plástico film transparente de uso alimentario.

Dejar reposar la mixtura durante al menos 20 minutos, en un lugar fresco y seco.

Después, precalentar el horno a 150°C con calor en la parte superior e inferior.

Disponer sobre la mesa de trabajo una bandeja de horno antiadherente, o cubrir una bandeja de horno convencional con una lámina de papel sulfurizado o siliconado. En éste caso, también son muy efectivas las planchas silpat.

Tras ello, preparar una manga de pastelero con boquilla extra grande de estrella (para que la masa fluya sin dificultad). Si no se dispone de éste material, utilizar dos cucharas para dar forma a los bocaditos de coco. No tendrán las representativas estrías que los caracterizan, pero igualmente quedaran fantásticos.

Pasado el tiempo de reposo de la masa, con ayuda de una espátula o lengua repostera, remover de nuevo la mezcla.

Verter la pasta de coco dentro de la manga pastelera, e ir depositando porciones de masa de más o menos 4 cm de diámetro, sobre la bandeja de hornear. Hasta terminar con toda la preparación.

Una vez el horno haya alcanzado la temperatura adecuada, meter la bandeja en su interior y hornear los coquitos aproximadamente durante 12 o 15 minutos. Vigilando constantemente la cocción, ya que se queman con bastante facilidad.

Cuando adquieran un tono ligeramente dorado, sacarlos del horno, dejarlos alrededor de 5 minutos sobre la bandeja de horneado y tras ello, trasladarlos a una rejilla para que enfríen por completo.

Ya fríos y opcionalmente, se les puede dar una baño ligero de chocolate negro a los bocaditos de coco. Para ello, se ha de fundir el chocolate al baño maría durante unos minutos o en el microondas durante unos segundos (para ejecutar de forma correcta cualquiera de éstos dos procedimientos, pincha sobre las palabras que están sombreadas. Ahí he añadido un par enlaces que te dirigirán directamente o unos vídeos que circulan por las redes sociales de Youtube, en los cuales se explica perfectamente la forma de derretir el chocolate negro, tanto visual como verbalmente).

Después, a gusto del cocinero o a petición de los comensales, bañar parcialmente o por completo cada uno de los coquitos con el chocolate derretido y dejarlos enfriar totalmente sobre una hoja de papel parafinado.

Para conservarlos, se pueden almacenar dentro de la nevera. Guardados en el interior de una caja metálica, o de una bolsa tipo zip, apta para productos alimentarios. De ese modo se mantendrán frescos durante al menos tres o cuatro días.

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