¿Has probado la granola con tu desayuno? ¿Conoces sus beneficios? Este delicioso preparado aporta fibras, ayuda a combatir el colesterol, controla los niveles de azúcar en sangre y ¡no aporta grasas! Si quieres conocer más, te invito a continuar leyendo sobre los beneficios de la granola. Querrás preparar esta deliciosa y sencilla receta cuando termines de leer el siguiente artículo.
Uno de los mayores booms de la alimentación saludable, las dietas y los alimentos energéticos es sin duda la granola. La granola consiste en una mezcla de granos, semillas y frutos secos naturales que puede comprarse ya preparada en las tiendas, o que puede elaborarse en casa de forma artesanal. La recomendación general es que se prepare en el hogar, porque solo así se estará seguro de qué ingredientes la componen y cuán saludable son, ya que algunas granolas comercializadas tienen demasiadas grasas (habitualmente hidrogenadas), azúcares, saborizantes y otras muchas sustancias perjudiciales para la salud que se emplean para mejorar su textura y su conservación.
La granola casera además de ser deliciosa, crujiente, natural y útil para combinar con miles de recetas, tiene las siguientes propiedades:
Disminuye la presión arterial y el riesgo de hipertensión. Esto es debido a que la avena y frutas como la banana, son ricos en potasio y pobres en sodio.
La avena también previene la anemia ya que contiene hierro, un mineral esencial para la producción de glóbulos rojos y, por ende, disminuye el riesgo de anemia.
La avena que contiene la granola también ayuda al aparato digestivo, las semillas, las nueces y las frutas contienen fibra alimentaria, que es muy beneficiosa para la digestión.
Además, las fibras que contiene la fruta, las semillas y la avena disminuyen el colesterol «malo» y aportan colesterol bueno y omega 3.Gracias a su contenido de avena de grano entero y también a las nueces, la granola es poseedora de fibra dietética excelente para un día a día saludable. Un tercio de taza de granola aporta aproximadamente 4 gramos de fibra dietética, la cual hace posible una digestión más rápida y sencilla, motivo por el cual está indicada en casos de estreñimiento.
Este rico cereal también contiene minerales esenciales tales como; magnesio, fósforo, cobre, zinc, y selenio.
El magnesio estimula la producción de energía y el buen uso del calcio en todo nuestros huesos; además, junto al cobre ayudan a mantener el sistema inmunológico en buen estado. El fósforo regula el equilibrio ácido-base en nuestro cuerpo; el selenio regula la formación de tejidos conectivos y el desarrollo de las células rojas en la sangre.
Ahora que ya conoces cuáles son los beneficios más destacados que aporta el consumo de granola, no dejes de incluirla en tu dieta diaria para beneficiarte de sus múltiples propiedades.
Ingredientes:
- 200 G Copos de avena
- 30 G Frutos secos sin tostar (nueces, almendras enteras y laminadas, avellanas…)
- 50 G Semillas naturales (girasol, calabaza, sésamo, lino…)
- 30 G Coco rallado
- 20 G Frutas deshidratada (arándanos, uvas pasas, orejones…)
- 70 ML Miel
- 1 Cda Colmada de aceite vegetal suave
- 1 Cda Colmada de canela
Elaboración:
Precalentar el horno a 185 C calor arriba y abajo.
En un cuenco amplio mezclar la avena, los frutos secos (troceados o enteros), las semillas, el coco rallado y la canela en polvo.
Añadir la miel y el aceite vegetal. Mezclar hasta que todos los ingredientes secos queden impregnados por los líquidos.
Extender la mezcla sobre una bandeja de horno, que permita esparcir bien la granola sin que ésta quede amontonada.
Cuando el horno haya alcanzado la temperatura adecuada, introducir dentro de él la bandeja con la granola y colocarla en la parte central del horno.
Tostar el compuesto durante 25 minutos aproximadamente, dándole vueltas con una espátula o lengua repostera cada cinco o diez minutos, para que se dore de forma uniforme por todas sus superficies.
Pasado el tiempo, sacar la bandeja del horno y dejar que la preparación enfríe por completo sobre la misma bandeja.
Cuando la granola esté completamente fría, agregar las frutas deshidratadas y guardarla en un recipiente hermético.
Conservar en un lugar oscuro, fresco y seco.
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Notas:
Si se desea que la granola forme tropezones se debe añadir más cantidad de miel y aceite. Pero si se quiere hacer una versión menos endulzada y más saludable, añadir las cantidades que se indican en la receta. Incluso se pueden rebajar aún más estas cantidades. Los copos de avena quedarán más sueltos pero el resultado será muy crujiente e igual de delicioso.
Cuando la granola salga del horno, dará la impresión de que está reblandecida, pero a medida que vaya enfriando perderá la poca humedad que conserva y se tornará mucho más dura y crujiente.
Para elaborar la granola se recomienda usar semillas y frutos secos naturales, sin tostar, sin grasas añadidas y sin sal.