¡Que ganas tenía de probar esta tarta! En casa nos encanta el sabor acentuado y ácido del queso de cabra. La tarta está especialmente buena y la capa superior de membrillo combina a la perfección con este tipo de queso. Para formar la base se han utilizado las típicas galletas integrales «digestive» (por si os animáis a preparar las galletas de forma artesanal dejo el enlace de la receta, ya que hace unos días fué publicada en este blog) y su textura y aroma también encajan de forma excelente con el resto de ingredientes.
Si te gustan los sabores fuertes y pronunciados te animo a preparar la receta de hoy, detallada unos párrafos más abajo. Además, se trata de una receta muy sencilla, rápida y limpia, por lo que si se realiza de forma organizada las preparaciones estarán listas en menos de 30 minutos (sin contar los tiempos de reposo y refrigeración).
Por su alto valor nutricional y su distinguido sabor, se ha decidido elaborar la mousse de ésta tarta con queso de cabra. ¡No te lo pierdas! Sus propiedades se detallan a continuación:
El queso de cabra es un excelente y sabroso alimento que nos acompaña desde la antigüedad y que ofrece importantes beneficios para nuestra salud por su bajo contenido en grasas y su gran aporte de calcio, proteínas y vitaminas.
Si el queso de vaca es una opción ideal en nuestra dieta por su alto contenido nutricional, el queso de cabra, por sus especiales propiedades, es aún mejor opción. De hecho, su consumo se está popularizando cada vez más en países donde predominaban tradicionalmente los quesos elaborados con leche de vaca y esto es debido, además de por su excepcional sabor, a sus importantes ventajas.
El queso de cabra contiene triptófano y tiene tres veces más niacina, cuatro veces más cobre y también un 27 por ciento más de selenio antioxidante que la leche de vaca.
La leche de cabra puede contener un 25 por ciento más vitamina B-6 que la de vaca y el porcentaje de vitamina A también es 47% más alto en la leche de cabra.
La leche de cabra es más fácil de digerir ya que contiene menos lactosa, caseína y partículas grasas que la leche de vaca, por eso se digiere mejor y es más adecuada para personas con intolerancias y problemas gástricos. Esto también la hace ideal para para los niños y de hecho, tras la leche materna, la de cabra es la mejor alternativa por ser la más similar en su estructura y la más equilibrada.
El queso de cabra posee un alto contenido de nutrientes, es una buena fuente de vitamina A, vitamina D, vitamina K, riboflavina, potasio, fósforo, hierro, niacina y tiamina. Contiene bajos niveles de sodio y proporciona mayor aporte de calcio y proteínas que los quesos de vaca. Este elevado aporte nutricional hace del queso de cabra un alimento ideal para prevenir la osteoporosis, la anemia, la presión arterial y los problemas respiratorios, pues genera menos mucosas. Para los niños constituye un sano complemento a su alimentación y les ayuda a crecer fuertes y desarrollar su cerebro.
Es más bajo en calorías, colesterol y grasa: puesto que la leche de cabra tiene menos partículas grasas que la leche de vaca, el queso de cabra es también más ligero. Así pues, aporta menos calorías y grasas saturadas (aproximadamente un tercio menos), con lo que es una opción ideal para dietas bajas en grasa y colesterol, así como para prevenir diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Contiene probióticos y menos hormonas. Podemos encontrar en los quesos de cabra altos niveles de probióticos, que mejoran la flora intestinal y el sistema inmunológico, además de aumentar la capacidad de absorber el calcio y sintetizar la vitamina B. Por otra parte, se suelen encontrar menores niveles de aditivos y hormonas que en los quesos elaborados con leche de vaca.
Ingredientes (Molde 16 cm de diámetro):
Base de galleta:
- 6 Galletas integrales «digestive» (caseras o compradas)
- 1 Cda Dulce de membrillo (puede ser de bajo contenido en azúcares o sin azúcar)
Mousse de queso de cabra:
- 250 Ml Nata (puede ser ligera)
- 200 G Queso de cabra fresco (rulo)
- 50 G Azúcar Glass
- 100 Ml Leche (puede ser desnatada)
- 5 Hojas de gelatina
Cobertura de membrillo:
- 150 G Dulce de membrillo (puede ser de bajo contenido en azúcares o sin azúcar)
- 100 Ml Agua
- 2 Hojas de gelatina
Elaboración:
- Base de galleta:
Si se decide realizar la receta de las galletas integrales «digestive» proceder como se indica en la receta que hay en este blog. Para acceder a la receta de forma rápida, pinchar sobre la palabra «Galletas integrales digestive» que se encuentra en el listado de ingredientes.
Disponer sobre la mesa de trabajo un molde desmontable de paredes altas (15 cm de diámetro). Forrar la base del molde con papel de hornear cortado a la misma medida o colocar una base para tarta de las mismas dimensiones.
Revestir el interior del aro del molde con una tira de lámina de acetato (no es imprescindible, pero se recomienda su uso si se desea un acabado profesional).
Triturar las galletas en un robot de cocina o similar y mezclarlas con el membrillo (el membrillo debe estar ablandado. Si fuese necesario, calentarlo unos segundos dentro del microondas con una o dos cucharadas de agua).
Esparcir la mezcla de galleta y membrillo dentro del molde y acomodarla con ayuda de una cuchara para igualar la superficie. Reservar.
- Mousse de queso de cabra;
Hidratar la gelatina en agua fría, con cubrirla será suficiente.
Colocar la nata dentro de un bol y batirla con unas varillas a velocidad alta (preferiblemente con un batidor de varillas eléctrico). Cuando la nata comience a coger cuerpo, añadir el azúcar glas y batir la nata hasta montarla por completo.
Añadir el queso de cabra y continuar batiendo durante minutos minutos más, hasta integrar el queso y conseguir una mezcla lisa y homogénea.En una taza grande, calentar la leche. No calentar demasiado, necesitamos que la temperatura de la leche no supere los 60 C (si se añade líquido muy caliente a la gelatina, ésta perderá fuerza y no cuajara correctamente).
Escurrir lo máximo posible la gelatina hidratada y añadirla a la taza de leche caliente. Mezclar con unas varillas manuales hasta disolver por completo.
Para templar un poco la gelatina y evitar el contraste de temperaturas, antes de mezclarla con toda la preparación, añadir solo una pequeña cantidad de crema de queso de cabra. Integrar y después mezclar con el resto.
Batir con la batidora de varillas a velocidad baja, hasta conseguir una crema espesa y esponjosa.
Verter la preparación dentro del molde (si el molde que se utiliza es de paredes bajas, no llenarlo por completo, hay que tener en cuenta el espacio que posteriormente ocupará la capa de dulce de membrillo; 0,5- 1 cm), alisar la superficie y dejar en el refrigerador por un mínimo de cuatro horas.
- Cobertura de dulce de membrillo;
Hidratar las hojas de gelatina en un poco de agua fría.
Poner el dulce de membrillo en un cazo con los 100 ml agua y cocinarlo a temperatura media-alta. Cuando la fruta se haya ablandado y presente una textura similar a un puré, apartarla del fuego y dejarlo templar.
Incorporar la hoja de gelatina y disolver.
Dejar enfriar el dulce de membrillo (la temperatura adecuada para emplearlo en esta receta es de 25-30 C ya que las preparaciones tipo mousse son muy delicadas y no conviene verter líquido demasiado caliente sobre ellas).
Sacar la tarta del refrigerador y cubrirla con el puré de fruta.
Esperar unos minutos y cuando la cobertura haya enfriado, conservar la tarta en el refrigerador un mínimo de cuatro horas.
Transcurrido el tiempo, se puede desmoldar la tarta y servir.
¡Espero que la disfruteis!
Generalmente compra uno la barra de ate de membrillo, como lo derretiria? Pará realizar el dulce?
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Buenos días Cesar.
Si utilizas membrillo de barra puedes derretirlo de la siguiente manera: Corta el membrillo en trozos pequeños. Ponlo dentro de un cazo y añade 65 gr de agua (aproximadamente 1/4 de vaso de agua). Lleva el cazo a fuego medio-bajo y derritelo removiendo constantemente. Después, continúa como se especifica en la receta.
Muchas gracias por tu interés, y espero haber podido resolver tu duda.
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